Canonización de Dr. José Hernández y Madre Carmen
La Iglesia Católica en Hungría se unió al regocijo que embarga a la comunidad venezolana en todo el mundo por la canonización del Dr. José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles, con una misa de acción de gracias celebrada en el templo de Santa Isabel de Hungría.
Con una asistencia total, los venezolanos llenaron la iglesia y, unidos en una sola voz, oraron, cantaron y alabaron a Dios por la gracia de contar con dos nuevos santos, cuyo proceso de canonización había sido ansiosamente esperado por su pueblo desde el siglo pasado.
El Dr. José Gregorio Hernández, desde su beatificación, es venerado no solo en Venezuela sino también más allá de sus fronteras. Fue un médico y científico que dedicó su vida a sanar a todos, especialmente a los más pobres y necesitados en la Caracas de comienzos del siglo XX.
Por su parte, la Madre Carmen Rendiles, nacida sin un brazo, lejos de dejarse vencer por esa condición, dedicó su vida al servicio, transmitiendo amor, fe y esperanza, especialmente en el ámbito educativo.
La fiesta litúrgica en Budapest se celebró el pasado 25 de octubre, siguiendo el guion preparado por la Conferencia Episcopal Venezolana. La eucaristía fue presidida por el Pbro. José Daniel Dallos y concelebrada por Mons. José Antonio Rodríguez, secretario de la Nunciatura Apostólica en Hungría.
Durante su homilía, el padre Dallos reiteró el llamado universal a la santidad que todos los cristianos compartimos y que debe vivirse desde cada uno de nuestros ámbitos —el hogar, el trabajo y la comunidad— recordando que, como Cristo, nuestra misión es evangelizar con la vida.
La misa se distinguió por la alegría contagiosa de los venezolanos y de la comunidad latina en general, acompañados por el Coro Los Andes y el grupo Ensamble Catatumbo, quienes ofrecieron un repertorio lleno de fe y emoción que dio un toque especial a la celebración.
